La Barcelona World Race ha entrado en las aulas.
La Barcelona World Race ha entrado en las aulas. Los profesores de algunas escuelas de Barcelona, ávidos de estímulos que motiven a sus alumnos, han aprovechado el tirón publicitario de la Barcelona World Race para meter los barcos en las aulas y utilizar esta importante cita deportiva como eje vertebrador de diversas materias curriculares.
La competición deportiva es un ejemplo importante para inculcar valores tan fundamentales como el esfuerzo o el compañerismo. Practicar un deporte, sea del tipo que sea, exige un esfuerzo físico importante. En este caso pero el esfuerzo físico, por la dureza y duración de la prueba debe combinarse con la fortaleza psicológica y la resistencia. Además estamos ante un deporte de equipo puesto que cada barco cuenta con dos tripulantes que se ayudan y complementan. Los valores son importante pero lo que ha llamado más mi atención es el hecho de que un acontecimiento deportivo pueda ayudar a los maestros a enseñar materias del plan de estudios del tercer ciclo de primaria. El seguimiento de la prueba deportiva por parte de los alumnos permite enseñar geografía de una forma muy divertida puesto que los niños/as siguen la carrera y los lugares del globo por los que ésta pasa, los accidentes geográficos, cabos , golfos, así como los países o ciudades cercanas a los lugares por los que pasan los barcos. La física es más fácil de entender si te la cuentan con ejemplos como las mareas, las corrientes y los fenómenos naturales. La química encuentra un aliado en los liofilizados y demás complementos que utilizan los navegantes para alimentarse. La tecnología, como no, imprescindible en los aparatos de navegación y comunicación de los navíos, resulta más sencilla de comprender si te cuentan para qué sirve. En fin los maestros y maestras nos dan toda una lección de ingenio para motivar, motivar y motivar. Así se enseña.
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