miércoles, 30 de marzo de 2011

Feliz vuelo. Con bebés, también.


¿Volar con un bebé? Ufffff … que difícil.

Hay muchas personas que creen que coger un avión acompañados por bebés es muy complicado. Cuando hablamos de vuelos de más de 10 horas la palabra “complicado ” es sustituida por “locura”. “Viajar con bebés es una locura”. No os lo creáis.

Sinceramente creo que los límites nos los ponemos nosotros y que una buena planificación y sobretodo mucha calma pueden convertir un vuelo de más de 10 horas con nuestro bebé en una experiencia gratificante.

Planificar es la clave. La mayoría de aviones que cubren largas distancias cuentan con un servicio de cunas para bebés. Importante: cuando compremos los billetes de avión y vayamos acompañados de bebés de menos de 24 meses podemos solicitar una cuna a la compañía aérea. La cuna es pequeña e ideal para colocar bebés de menos de 1 año. Disponen de cinturones para sujetas al crio y pueden también servir a niños/as de entre 12 y 24 meses mientras están dormidos. Este espacio nos permitirá dejar unos momentos al bebé y poder comer, movernos por el pasillo  e ir al cuarto de baño.

Otro utensilio de gran ayuda es la mochila para bebés puesto que nos permiten llevar al bebé colgado sin tener que sujetarlo con los brazos y pasear para mover las piernas o ir al cuarto de baño si no queremos dejar al bebé con personas que no conocemos.

Importante llevar comida y bebida para el bebé y mejor que nos sobre que no que nos falte. Durante el vuelo, podemos pedir al personal  del avión que nos caliente un biberón o una papilla.

Por último os recomiendo que durante el despegue y el aterrizaje tengáis al bebé tomando el pecho o el biberón o con un chupete en la boca para evitar que la presión les provoque dolor en los oídos.

Por lo demás un juguete, un muñeco o algún libro para pasar el rato resulta más que recomendable.

Y no olvidéis la calma en casa. Si vosotros/as estáis tranquilos, vuestro bebé lo nota y se tranquiliza. Seguro.